¿Cómo sanamos el sentimiento de rencor hacia a alguien?

Hablemos de lo que es el rencor
El rencor, es como una losa que nos impide sentirnos libres, felices y tranquilas, es una cuenta pendiente que no nos deja avanzar. Saber superar el rencor, es una de las herramientas más útiles para dar un paso más en nuestro crecimiento personal y bienestar emocional.
El rencor, nos dificulta pasar página y mirar hacia el futuro, generando un estancamiento en tu vida, que provoca que la mires constantemente a través de un retrovisor, anclándote a un pasado doloroso del que no eres capaz de escapar.
La esclavitud del resentimiento
Durante nuestra existencia, sufrimos y sufriremos innumerables agravios, causados en su mayor parte por la imperfección inherente al ser humano. Por lo tanto, es imposible evitar sufrir decepciones, abandonos, injurias, rechazos o injusticias. Si deseas liberarte de la esclavitud del resentimiento, y aprender cómo superar el rencor, te facilitaré las herramientas necesarias para conseguirlo.
Lo que primero debes comprender, es que antes de venir a este plano, hiciste ciertos contratos de aprendizajes, y que muchas almas han estado dispuestas a ayudarte de diferente manera a reparar y sanar esa emoción que es el rencor. Por lo que, tu actitud frente a ella, es lo que estará en juego.
Sabiduría e inteligencia
Es importante, que aprendas a aplicar sabiduría e inteligencia en cada lección sobre el rencor, porque siempre va a estar latente hasta que sanes por completo.
A veces, sanarás cosas de tus ancestras y ancestros que ellos no han podido sanar, sobre la emoción que despierta el rencor, y además se juntarán las experiencias sobre ti misma.
Eso si, nunca deberás cargar con los rencores de las otras almas que se te crucen por tu camino y en este plano.
Sentimientos y emociones de venganza
Desahógate. Habla con las personas de tu confianza sobre cómo te sientes o deposita tu tranquilidad en alguien que consideres íntimo. Comparte con ellos tus sentimientos y emociones de venganza, dolor, impotencia o decepción que se encuentran atrapadas como un torbellino en tu interior. Deja que salga la rabia y las lágrimas. No te las guardes dentro.
Hablar de los sentimiento que provoca
Hablar sobre nuestros sentimientos, es terapéutico, porque solo así hará que te sientas mucho mejor. No expresar nuestras emociones, por el contrario, provoca que sea más complicado digerirlas y procesarlas, lo que facilita que nos quedemos anclados en el rencor y el reproche.
Habla con la persona que te ha dañado
Si puedes, habla con la persona que te ha hecho daño y explícale como te sientes. Recuerda, que no ofende quien quiere, sino quien puede, así que en parte tu eres responsable de la importancia que le das al agravio y de los sentimientos que este te provoca. Por eso, es importante iniciar las frases en este tipo de contextos como “me ha dolido lo que me has dicho” o “me he sentido rechazada”, en lugar de decir “tus palabras son crueles” o “me has rechazado”.
Si no puedes hablar con la persona, puedes usar una técnica muy recurrida en psicología que consiste en imaginar que tienes a la persona delante, sentada en una silla. Siéntate frente a ella y exprésale todo lo que le dirías si estuviera de verdad ahí, con la contundencia que lo harías si fueras libre para decírselo.
Inconscientemente tú también haces daño
Las personas somos imperfectas en realidad, así que, debes saber que tú también has hecho daño a alguien aunque y no hayas sido consciente de ello en alguna o varias ocasiones. Aceptar que tenemos defectos y que, por lo tanto, también los demás los tienen, es imprescindible para aprender cómo superar el rencor.
Los demás no siempre saben cómo tratarnos, cómo querernos o cuáles son nuestras necesidades y anhelos. La comunicación, es la herramienta de la que disponemos para expresar lo que queremos, y que los demás puedan entendernos. No podemos esperar que las personas sepan, qué necesitamos por el mero hecho de ser nuestra pareja, hijos, padres o amigos. Aunque al final todos somos parecidos, no todos tenemos las mismas necesidades, prioridades o expectativas.
Aceptar nuestras imperfecciones
Es importante, aceptar nuestras imperfecciones y ser más indulgentes con nosotras mismas. Si lo somos con nosotras, también lo seremos con los demás y podremos perdonar más fácilmente.
Mira hacia delante. Busca una nueva meta en tu vida, una nueva ilusión. Eso te obligará a situar tu visión en el futuro en lugar de en el pasado, propiciará que olvides y acelerará el proceso de perdón. Ayuda a tu mente a situarse en el presente y futuro para poder dejar ir las cosas del pasado que te han provocado dolor o resentimiento.
Superando lo que nos daña psicológicamente
Superar el rencor, es fácil si aprendes a liberarte de la necesidad de venganza. Si das vueltas en tu cabeza a la idea de vendetta, no podrás olvidar ni perdonar. Aunque creas, erróneamente, que vengarte te ayudará a ello, estás equivocado. Provocar dolor deliberadamente, puede proporcionarte felicidad pasajera, pero no te ayudará a crear en ti las herramientas necesarias para poder vencer el rencor, ya que recurrirás a la revancha cada vez que te hagan daño. Eso solo, te empequeñecerá como persona y generará en ti sentimientos hostiles con los que tendrás que convivir durante el resto de tu vida.
Conclusión
Por último, recuerda que los demás son un reflejo de nosotras mismas. Si cada vez que te sientes humillada, ultrajada o herida y recuerdas esto, el dolor será menor y estarás en el camino de superar el rencor. ¡Anímate! Cambia tus pensamientos y actitudes para no caer en el rencor. Y aprende a perdonar y ser feliz. Todo, es un ejercicio que debes practicar para sanar tu alma.
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